Inspirado en un poema de Daniel Bencomo, Doce caguamas en el refri
Siempre medio llenas, medio limpias
Abro la puerta y la luz alerta a las cucarachas de medianoche
No hay leche, me estorba un pedazo de jamón mordido
Me levante hoy en la madrugada para mirar las estrellas
Subí a la azotea, desnudo, así me gusta dormir muchas veces
Para que ellas desde el infinito puedan burlarse de mi vergüenza
Mis vellos se erizaron, mis pies se quejaron del frío
Quise orinar intensamente sobre la calle, desde arriba
Sentirme como gotera del cielo segregando deseos
Como se sienten ellas tras smog y entre galaxias
Un destapador, para despertar a esta helada compañera
Que me destila de mis tartamudeos y censores
Combustible para todas ocasiones
Briagas bragas y bruscas braguetas
Humectaciones, ungüentos de las putas de Morfeo
Mientras platico con mi caguama
Observo a esas zagalas estelares
Se mofan de mi desnudo cuerpo
Y entonces les digo algo
Al oírlo se silencian, se enrojecen
Voltean su mirada y se retiran ultrajadas
Regreso a mi cocina
Sonriendo victorioso
Orgulloso y encuerado
Aquellas tristes hermafroditas
Jamás tendrán guardadas
Once caguamas en el refri
domingo, 26 de julio de 2009
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